jueves, 10 de mayo de 2012

TRIBUTO A MI ABUELA.

Mi padre muriò cuando yo tenìa cuatro meses asì que mi crianza recayò en cuatro mujeres extraordinarias: mi madre, mi abuela y dos tìas .  Mi madre trabajaba de maestra en una aldea de Izabal y le tocaba viajar cada semana a su lugar de trabajo por lo que yo me quedaba con mi abuelita y mis tìas.  Me consentìan a màs no poder dejàndole la tarea disciplinaria a mi mamà que llegaba a "enderezarme" cada ocho dìas.  Mi abuela era mi adoraciòn , la querìa, la admiraba , la perseguìa por toda la casa, siempre querìa estar con ella y la acompañaba a donde fuera.  Era una mujer pequeña y delgada, servicial con todo el mundo, querida en el vecindario, la que siempre llamaban a vestir a los muertos, la que le llevaba comida a las vecinas enfermas, una mujer franca , que no se andaba con rodeos y con una claridad de la vida sorprendente. 
Hay valores que no se aprenden con palabras sino con acciones y asì me enseñò mi abuela , con su ejemplo aprendì algunas cosas de la vida que recuerdo cada dìa. Como era mujer de pueblo, acostumbraba a hablar con proverbios y hay algunos de ellos que siempre me decìa y cumplìa al pie de la letra.
  • "en boca cerrada no entra mosca"
  • "lo que hagas con la derecha, que no lo sepa la izquierda"
  • "el haragàn y el mezquino, andan dos veces el camino"
Cuando mi mamà se casò de nuevo y nos venimos a vivir a la ciudad llorè como una magdalena y aunque estaba consciente de que tenìa que ser asì extrabaña mucho a mi  abuelita que comenzò a viajar a Guatemala a visitarnos y de paso me traìa las cosas que tanto me gustaban: los alborotos, los chicos (frutas), el pan de maiz y los salpores. 

Mi amada abuela muriò a los 65 años, la atropellò un loco al volante, le arrancò la vida y de paso se llevò una parte de la mìa.  Cuando la recogieron en la calle traìa con ella una bolsita...llena de las cosas que tanto me gustaban ;  pensò en mi hasta el ùltimo dìa y por eso en este dìa le rindo tributo y le agradezco a Dios el haberme dado no sòlo una abuela excepcional sino un ejemplo de mujer de la que espero haber aprendido y poner en pràctica sus enseñanzas.

jueves, 3 de mayo de 2012

EL ENCUENTRO CON HO-CHI-MINH PARTE II (el guerrillero en su hábitat )

Llegar al campamento no fue fácil;  en plena oscuridad y guíados solo por las botas del que iba adelante caminamos cuesta arriba por varias horas entre lodo y llovizna.  Un momento de gran tensión fue cuando nos dijeron que unas fogatas que se divisaban a mediana distancia eran de un campamento del ejército por lo que no tuvimos mas remedio que cruzar los dedos, rogando que no nos vieran.  Al llegar a nuestro destino nos mostraron el lugar donde pernoctaríamos; la cama estaba hecha de palos y solo estaba cubierta de nylon de color negro, ni siquiera eran carpas de las que conocemos, eran puras armazones de palos y plásticos. Estábamos tan cansados que nos dorminos fácilmente acompañados de un "concierto de sonidos de animales" de ese bosque nuboso.
Al día siguiente comenzó nuestro trabajo.  En coordinación con la productora de Miami, habíamos decidido que el producto de esos días serían los siguientes reportajes:
  • Grabar durante todo un día TODAS las actividades desde que amanecía hasta el anochecer
  • Las razones por las que habian ingresado a la guerrilla
  • El papel de las mujeres en ese campamento y si había o no igualdad de género
  • Que harían con su vida de llegarse a firmar la paz, sus expectativas, sueños , etc.
  • Y el más importante y  la razón por la que estábamos ahí :  REPORTAR LA PRIMERA VISITA DE LAS NACIONES UNIDAS A UN CAMPAMENTO GUERRILLERO EN GUATEMALA que tendría lugar el último día de nuestra estancia.
Acostumbrada al café como ya lo estaba en ese entonces y a un frío que calaba los huesos, me levanté anhelando mi primera taza del día.  Como una cortesía decidieron abrir un bote de Incasa en mi honor ya que ellos no tomaban café de ese tipo, sino de tortillas tostadas o cereales y con muuuuucha azúcar. El desayuno consistió en mosh y tortillas con frijoles. Toda la comida era preparada por las mujeres del grupo, mientras los hombres se dedicaban a otros asuntos.  Ese detallito, quedó resaltado en mi nota enfatizando que los roles en la guerra no cambiaban y las mujeres seguian de cocineras.
Me hice muy amiga de Carmen, una joven que habia ingresado a los 15 años y que luego de quedar huérfana se unió a esta columna.  Las chicas eran muy reservadas, como suele suceder con las mujeres indígenas de muchas comunidades en el interior;  aunque sabían manejar un fusil, no eran muy diestras conversando, pero poco a poco se fueron abriendo conmigo y contándome sobre sus sueños y expectativas, las cuales no diferían mucho de otras chicas de su edad, claro que con mayor consciencia social.
Este bastión del denominado Ejército Guerrillero de los Pobres, conocido como EGP se llamaba HO-CHI-MINH , en honor a un líder vietnamita que llegó a ser Presidente de su nación. Comenzaban el día haciendo ejercicios, gritando consignas y dándole una plática informativa sobre las noticias o instrucciones del día; luego cada grupo realizaba distintas actividades, unos permanecian sentados o platicando , otros leían o jugaban football y algunas chicas platicaban mientras peinaban sus largos cabellos. Mientras ellos vivían su rutina diaria, nosotros nos dabamos gusto filmando toda la actividad del día, los rostros de los jovencitos, las mujeres cocinando, los que se bañaban en el río y también íbamos detectando a los líderes y entrevistándolos sobre los tópicos que nos interesaban.
El consejo sobre llevar botas de hule fue uno de los más acertados que me dió mi contacto; queriendo ir más que preparados,  habíamos comprado unas botas "americanas" de esas que se usan en la nieve en una paca de zapatos de la terminal.  Nos las miraban con deseo y todos hacían puntos para que se las dejáramos cuando nos fuéramos.
A la hora del almuerzo prepararon una mezcla de arroz con fideos ( comían mucho carbohidrato para mantener altos los niveles de energía) y nuevamente en nuestro honor desenterraron unas latas de sardinas que nos supieron a gloria acompañados de tortillas.
Abastacerse de alimentos era todo un sistema logístico que vale la pena contar; siempre ayudados por la gente de comunidades cercanas, llevaban alimentos básicos a un determinado lugar, los enterraban en lugares estratégicos y luego alguien destinado a esta tarea , los sacaba y los llevaba a donde se requiriera . Según nos contaron hubo muchas ocasiones donde pasaron varios días casi sin comer , debido a que por los enfrentamientos no podían sacar la comida del escondite.
Durante nuestra estancia pudimos documentar que mientras algunos estaban muy conscientes de la lucha que perseguían, había otros que no estaban muy seguros y estaban ahí porque se habían quedado solos, no tenían a donde ir y habían encontrado en el campamento a su familia.
En las noches hacían fogatas para cocinar y platicar alrededor del fuego y por el intenso frío tomar algo calientito; cómo nunca faltan los artistas y los románticos en los grupos, uno de ellos sacó un instrumento musical y se puso a cantar boleros rancheros.
El momento cumbre llegó; a las once en punto tal y como estaba planeado, un enorme helicóptero blanco con letras azules, aterrizó por primera vez en un campamento guerrillero con Jean Arnault el jefe de la misión a bordo .  No les fue fácil aterrizar; dieron vueltas y vueltas por minutos que parecieron eternos y por momentos pensábamos que alzarían nuevamente el vuelo ante lo borrascoso del terreno. Al ver nuestra cámara no pusieron buena cara y menos aún cuando supieron que éramos prensa, pero uno de los jefes les explicó la trascendencia que esto tenía para ellos y querían que el mundo lo supiera.  Al entrevistarlos nos dieron unas escuetas declaraciones, pero teníamos la primicia de ese apretón de manos y el recorrido al campamento.
A las dos de la tarde iniciamos el descenso por otro sendero, lleno de árboles , precioso y al parecer menos peligroso que el primero;  lo bajamos, y a plena luz del día nos despedimos de nuestros anfitrirones, no sin antes regalarles las botas de hule a Carmen y Abel .
Una semana despues, los cinco reportajes salieron al aire , uno cada día.  La cadena se llevó las palmas por la cobertura y a partir de ese día.... comenzaron a tomarme en serio.