jueves, 22 de septiembre de 2011

EL SINDROME DE LA SUPER MUJER

Siempre he dado gracias por la madre que tengo, he agradecido que a pesar de ser una super mujer que trabajaba y atendía la casa, nunca me inculcó ciertos valores o formas de pensar que a mis amigas si les enseñaban sus madres.  Mi mamá siempre me enseñó que la mujer debe trabajar, gracias a esa forma de pensar pudo sacarme adelante cuando se quedó viuda y con una hija (yo) de cuatro meses; si le hubiera hecho caso a mi papá de que no trabajara, nuestro futuro hubiera sido mucho mas difícil.  Mi madre tampoco me dijo nunca que debía conseguirme un marido de pisto para que me mantuviera, JAMAS  me dijo algo así, siempre me dijo que me fijara en alguien como yo , que fuera honrado , trabajador y sobre todo con nobleza de corazón y temor a Dios, no alguien que me mirara para abajo o que me humillara. Esta reflexión me viene a la mente por el caso de Cristina Siekavizza a quien su esposo humillaba, miraba con desprecio y le negaba hasta lo esencial como ver a sus padres.  Siempre me he preguntado porqué Cristina nunca le habló del maltrato que sufría a su hermana o mejores amigas, ¿ sería por el sindrome de la super mujer ? esa , que abnegadamente aguanta en silencio que la humillen, que llega a vieja con su esposo de toda la vida por el "que dirán" , porqué no tiene a donde ir , porque los padres le enseñaron que por los hijos se aguanta todo, porque el cura o el pastor de la iglesia asi lo dijo, que el hombre es el que manda y PUNTO.  Le doy vueltas en mi cabeza a este caso y pienso que pudo haberse prevenido si algun pariente, amigo  o vecino la hubiera ayudado a dar el paso, pero no cabe duda que los "valores" que nos inculcan desde niños , nos calan tan hondo que nos paralizan, no nos dejan actuar , al punto de nuestra propia destrucción.