miércoles, 25 de abril de 2012

LA RUTA A HO-CHI-MINH (el viaje a la clandestinidad)

Los miembros de la entonces guerrilla tenían muy bien planeado porque nos querían ahí , en ese lugar y en esa fecha.  Iba ocurrir un evento muy importante y ellos querían que quedara grabado en una cinta de video.

Todo se acordó por teléfono, mi contacto me dijo que empezaramos a "ponernos en forma" porque nos esperaba un largo trayecto a pie y cuesta arriba de unas seis horas, que lleváramos ropa resistente y botas de hule por el agua y el frío; también dijo que no nos preocupáramos por la comida; que ellos tenían provisiones porque si llevábamos víveres la carga iba ser muy pesada. También dijeron que teníamos que llevar un carro blanco con piloto porque solo nos irían a dejar y a traer y que durante los cuatro días que durara la expedición, el tendría que esperarnos en Nebaj.

Llego el día esperado y la información fluía a cuentagotas,  lo único que se nos dijo fue que llegáramos al Pollo Campero de la Calle Martí a las siete de la mañana y ahí nos darían el resto de instrucciones.  Al rato de sentarnos y pedir el desayuno se nos acercó un hombre moreno, bajito, con lentes y que sin mediar palabra se sentó en nuestra mesa como si perteneciera al grupo.  Luego de una breve conversación "en clave" nos informó que a partir de ese momento , viajaba con nosotros y que las instrucciones se darían con el vehículo en marcha.

Salimos del restaurante y tomamos la carretera al Atlántico; pero al nomás llegar al puente de Agua Caliente nos dijo que bajáramos la velocidad, que teníamos que esperar "una señal" .  Más adelante, otro hombre muy parecido a el nos esperaba...se bajó del carro, el otro se se subió y fue éste último quien nos acompañó el resto del viaje.  Al otro, nunca mas lo volvimos a ver.

Miguel (deplano no se llamaba así ) resultó un tipo muy simpático y platicador "todo un comunicador".  Aunque no soltaba más información de la necesaria; nos iba dando las instrucciones poco a poco.  Nos explicó que habíamos tomado esa ruta debido a que el puente de Sacapulas no estaba habilitado y el único camino aunque mas largo, era irse por Alta Verapaz y luego subir al Triángulo Ixil.

Llegamos a Nebaj a las cinco de la tarde; a una casa particular .  Una amable señora nos atendió; nos dijeron que nos bañáramos y pusieramos la ropa adecuada para la otra parte del viaje, que dejáramos ahi todo lo innecesario.  Nos hizo una suculenta cena y como diría la canción esperamos que nos dieran las diez. Más tarde supimos que al igual que esta señora, muchas personas ayudaron a los guerrilleros a esconderse a plena luz.

Salimos de Nebaj hacia el punto de encuentro y ahí fue cuando todo se volvió mas emocionante...llevábamos una media hora de recorrido cuando nos dijeron que teníamos que estar atentos a algunas señales en la carretera; teníamos que encontrar TRES COSTALES BLANCOS CON UN KILOMETRO DE DISTANCIA ENTRE CADA UNO , eran las pruebas de que todo marchaba según el plan.  Si alguno de ellos no estaba, debíamos regresar.  Afortunadamente, las dichosos bultos aparecieron y continuamos el recorrido.  En un punto del camino y atendiendo alguna señal que solo nuestro guía supo, le dijeron al piloto que se bajara , que abriera el capó del carro y que hiciera como que lo estaba revisando...

Mas tardó Alfonso en bajarse, que nosotros en vernos rodeados de un centenar de hombres y mujeres vestidos de negro, con gorros pasamontañas.  A cada uno nos agarró un grupo de ellos , cargaron nuestras mochilas y nos dijeron que nos diéramos prisa , que no debían vernos y que iniciaríamos el ascenso a la montaña, al encuentro del frente HOCHIMINH , uno de los bastiones más emblemáticos del Ejército Guerrillero de los Pobres.

próximamente les contaré las vivencias de los siguientes días .


1 comentario:

  1. Me gusta la introducción a esa experiencia. Espero seguir leyendo lo acontecido. Muchos Saludos
    Roberto Sequén (roberto.sequen@gmail.com

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